El desordenado proceso de desarrollo de BioShock Infinite se destaca en un nuevo libro
Si ha estado siguiendo de cerca la industria de los videojuegos, es posible que conozca a Jason Schreier. Es un gran nombre en la industria como periodista que ha podido conectarse con varios desarrolladores para sacar notables primicias de lo que está sucediendo a puerta cerrada. Jason tiene un nuevo libro que acaba de salir con Press Reset: Ruin and Recovery in the Video Game Industry, que repasa el detrás de escena de la industria de los videojuegos. Desde estudios que fueron cerrados hasta personas que trabajaron en algunas de estas empresas hasta el final.
Dado que este libro acaba de salir, seguramente habrá muchas lecturas interesantes, pero una historia, en particular, ya ha aparecido en línea. Jason ha publicado un extracto de su libro sobre Polygon. En esta sección del libro, echamos un vistazo a Irrational Games cuando intentaron sacar BioShock Infinite al mercado y la cantidad de obstáculos que los desarrolladores se vieron obligados a atravesar bajo Ken Levine.
Ken Levine fue uno de los fundadores y genios creativos de BioShock Infinite. Sin embargo, el proceso de sacar a BioShock Infinite por la puerta fue increíblemente difícil. Hubo mucho dinero que se desperdició, subcontratación y un estudio en crecimiento que dejó el juego en un proceso bastante difícil para que el proyecto funcionara. Según el extracto, este proyecto estaba en tan mal estado que se contrató a dos grandes individuos para sacar este juego.
Una de las personas clave fue Don Roy, un productor de juegos conocido por cerrar juegos. Cuando Roy se unió en marzo de 2012, se sorprendió al ver lo mal que estaba el estudio y pudo proporcionar un flujo de trabajo para permitir que el estudio no desperdiciara dinero y tiempo. El otro gran individuo que ayudó fue Rod Fergusson, quien, al igual que Don Roy, era alguien que podía ayudar a cerrar un juego. Rod también se destacó por tener la capacidad de ayudar a sintonizar las ideas creativas que Ken Levine buscaba transmitir con el personal.
Si bien BioShock Infinite pudo enviarse, Irrational Games no pudo prosperar. En cambio, la compañía fue rebautizada como Ghost Story Games, que nuevamente está dirigida por Ken Levine. Mientras tanto, BioShock IP pudo sobrevivir con una nueva entrega que está siendo desarrollada actualmente por Cloud Chamber, otro estudio bajo 2K.
Fuente: Polygon